¡Estamos de vuelta! ¡Es desconcertante, sí es verdad Raia Diplomática está de vuelta!
Redefinimos nuestra identidad. Pero esa redefinición jamás será un cambio de nuestra conciencia. ¡ Os lo explico!
Cuando fue lanzada Raia Diplomática en Portugal hace 8 años tenía como lema “La primera revista portuguesa de actualidad internacional”. Este lema era debido a que en Portugal no había (y continúa sin haber) publicaciones generalistas de relaciones internacionales de contenidos propios. Hoy, al igual que hace 8 años, las “newsmagazines” más prestigiosas son anglosajonas: Time, Newsweek o The Economist.
No vamos a cambiar ni un micromilímetro nuestra conciencia: la universal. Por aquel entonces no estábamos completamente direccionados respecto a la importancia de nuestro nombre: Raia Diplomática.
Curiosamente el 1 de junio me di cuenta de nuestra importancia. Fue durante la presentación del Fórum Isibraia en el Ateneo de Madrid, en el marco de la conferencia “Hacía una cooperación más estrecha entre los países de lenguas ibéricas” .
Al final de mi ponencia pregunté a la audiencia qué es la raya. Para mi sorpresa , solamente 3 personas de un total de 40, supieron responder a mi pregunta. Seguramente si hubiera hecho la misma pregunta en Lisboa los resultados serían casi idénticos.
Esa encuesta informal nos da una misión: relanzar un medio que acerque a las sociedades de ambos países, en aquello que es susceptible de mejora en conjunto.
Nos denominamos orgullosamente como Raia Diplomática, la revista de diplomacia, negocios y cultura de la Península Ibérica.
Quiero recordar que la adhesión de Portugal y España a las instituciones europeas, por aquel entonces la Comunidad Económica Europea (CEE), fue considerada como un gran marco para las relaciones luso-españolas, ya que permitió entre otras cosas: supresión de las aduanas, la libre circulación de personas, bienes y servicios.
Este acontecimiento político facilitó el desarrollo económico entre los dos países, y hoy el mercado ibérico está valorado en más de 28 billones de euros y en el año pasado su crecimiento fue superior al 9%.
Para que el desarrollo económico, diplomático o de otro tipo, sea posible, el conocimiento de nuestra realidad es fundamental para diseñar la estrategia que permita lograr nuestros objetivos.
He iniciado esta editorial con una peculiar fusión que quiero que sea uno de los retos de la nueva Raia Diplomática. Como se habrán dado cuenta, el título de este editorial está en portugués, en contraste con el cuerpo de este texto que está en castellano. Esta pequeña “provocación” sólo significa que el camino que nos lleva a nuestro destino, no siempre es recto, hay siempre obstáculos que superar por muy difíciles que sean.
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