Febrero, el segundo mes del año, sigue teniendo protagonismo, pues se celebran festividades únicas que a su vez son ciclos o antesala de otros. Así sucede con el carnaval, o mejor dicho el entrudo, en Portugal, o entroido en Galicia, para ser más ancestrales.
El carnaval, en su sentido universal, supone un periodo de liberación, albedrío y despreocupación previo a la llegada de la Cuaresma cristiana. Se cree que el Carnaval proviene de las antiguas fiestas Saturnales romanas.
Usar máscaras, comer cerdo- como en el Entrudo do Sabugal, invertir los roles de sexo, ser grotesco… es en definitiva ir al revés del orden establecido el resto del año con desmesura antes de pasar al ayuno cuaresmal.
En la península Ibérica hay diversas formas de festejarlo. El carnaval está fuertemente enraizado a sus pueblos. Nos interesan especialmente las vertientes del oeste peninsular, teniendo mucho en común el pueblo gallego y el portugués.
En Galicia el más destacado se ubica en la provincia de Orense: el Entroido. Aunque por toda la provincia lo celebran, los más populares son en el llamado triángulo mágico: Verín, Laza y Xinzo de Limia. Puede durar hasta dos semanas dependiendo de la localidad, destacando el Jueves de Compadres, Domingo de Corredoiro, Jueves de Comadres y Domingo de Carnaval.
El personaje central tradicional es el Cigarrón, en Verín. Lleva máscara de madera, cejas resaltadas, mejillas coloradas, bigote, y una cínica sonrisa. De la cintura le cuelgan, seis grandes chocas de cobre produciendo sonidos. El Cigarrón con su cuerpo mueve con desparpajo la ristra colgante, mientras sacuden los látigos que llevan en las manos.
En Portugal uno de los más populares carnavales es el de los Caretos de Podence, de Macedo de Cavaleiros. Son personajes masculinos misteriosos, actúan como poseídos, y van corriendo y cuando ven a jóvenes mujeres para menear los cencerros que llevan atados a su cintura. De ahí les viene el adjetivo chocalheiro, se hacen chocar: El Entrudo Chocalheiro. El ambiente y los personajes tienen bastante semejanza con el carnaval gallego.
Sus caretas tiene una nariz puntiaguda, ellos saltan y llevan tiras de lana. Durante la celebración las gentes solían jugar con la harina a guerras entre sexos, en las que también se lanzaban agua, huevos, etc.
Desde 1985 los Caretos de Podence existen como asociación cultural para preservar la tradición carnavalesca, son grupo etnográfico, y han visitado otras ciudades nacionales e internacionales.
Sin embargo en la mayoría de las grandes ciudades se vive la versión más comercial del carnaval, principalmente copiado de Brasil. El carnaval puede mudar en la intensidad de su celebración y en la forma, pero en esencia continúa teniendo unas fuertes raíces en nuestra tierra original, y mantiene el espíritu ancestral de sus pueblos.
Pilar Elez
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