Un recorrido que trata desde la sumisión de la mujer en una sociedad patriarcal hasta los movimientos feministas
La revolución democrática portuguesa y el papel de las mujeres se ha traducido en un itinerario revolucionario de las mujeres bajo la forma de conferencias performáticas.
Durante cuatro años, Joana Craveiro investigó la importancia del papel de la mujer desde el inicio de la dictadura en 1926 hasta el final del proceso revolucionario en curso (PREC), que según la historia marca el 25 de noviembre de 1975 con su apogeo.
Estas conferencias performáticas del Teatro do Vestido (Portugal) también fueron recibidas por el Teatro La Puerta Estrecha en Madrid, durante los días 2,3 y 4 de marzo.
Esta obra fue inspirada en otra ya producida por la compañía teatral portuguesa: ”Museo Vivo de Memorias Pequeñas y Olvidadas”, y que tenía una duración de 5 horas con cena incluida.
Para la actuación en Madrid, según explicó José Gonçalo Pais, del Teatro La Puerta Estrecha: “se optó por una versión más corta, alrededor de 1 hora y 30 minutos, divididas en dos conferencias performaticas: Cotidiano revolucionario de las mujeres y Barrio de las ex colonias “.
Joana Craveiro, autora e intérprete de estas conferencias, encarna el papel de cronista de hechos históricos que marcaron casi todo el siglo XX portugués.
Ha narrado los hechos privados desde la sopeira humilde (criada) procedente de la provincia pobre (interior de Portugal), en busca de una vida mejor en la “capital del Imperio” hasta las feministas portuguesas más conocidas.
María Teresa Horta, Isabel do Carmo, Teresa Torga y Maria Antónia Palha fueron objeto de un análisis más detallado sobre la influencia del feminismo en Portugal.
María Teresa Horta a pesar de pertenecer a la alta burguesía, formó junto con María Isabel Barreno y Maria Velho da Costa, el movimiento “Las Tres Marías”, que escribieron el libro “Nuevas cartas portuguesas” en 1972.
Esta obra literaria tuvo un gran impacto en régimen marcelista (Marcelo Caetano fue el sucesor de Salazar, y el último dictador portugués) por su naturaleza erótica. Y las propias autoras se refieren a su obra como una “cosa inclasificable”.
Isabel do Carmo fue fundadora del Partido Revolucionario del Protelariado (PRP) y de las Brigadas Revolucionarias.
Fue detenida por la policía política del régimen fascista (PIDE / DGS), y fue acusada y detenida por diversos crímenes, en particular a los bancos para financiar su actividad política. Siendo posteriormente absuelta de esos crímenes.
El acto de libertad o de locura de Teresa Torga, que el Miércoles, 7 de mayo de 1975 a las 4 horas de la tarde se despojó de sus ropas en la Avenida da Liberdade en Lisboa, se transformó en un canto a la lucha por los derechos de las mujeres portuguesas.
El cantautor Zeca Afonso la inmortalizó en sus versos: “Que aprovechando la barbuda/Sólo piensa en fotografiarla / Mujer en la democracia / No es biombo de sala”.
María Antonia Palla fue una periodista y activista contra el fascismo y por el movimiento feminista.
En 1976 fue una de las primeras mujeres que defendieron la despenalización del aborto en Portugal, e incluso declaró que “el aborto, el crimen es la ley”.
Sin embargo, Joana Craveiro al intentar encontrar el desempeño de las mujeres en la revolución, en un plano destacado, en oposición a una sociedad patriacal y conservadora, ha olvidado otros detalles muy importantes.
Uno de esos detalles son las madrinas de guerra. Es un ejemplo perfecto de la relación bilateral y recíproca entre hombres y mujeres.
El confort, el cariño, la emoción que estas cartas escritas por las mujeres lusitanas, transmitían al joven soldadito, reconfortaban el espíritu de hombres sin esperanza. Hombres condenados a luchar por el régimen obtuso en una causa perdida, y que les hacía perder los sueños y los deseos a miles de hombres y de mujeres.
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