Según el Fondo Monetario Internacional, la guerra comercial impuesta por el presidente Donald Trump a sus principales socios comerciales, tendrá repercusiones en las economías ibéricas por la ralentización europea.
Las tensas relaciones geopolíticas en Europa en la complicada negociación del Reino y la Unión Europea sobre el Brexit, el polémico anti-europeísta gobierno italiano, las expectativas de recesión en América Latina, la inestabilidad política en Brasil y la guerra comercial que el presidente Donald Trump está iniciando con sus principales socios económicos como China, están enfriando el crecimiento global.
Para este año y para 2019 el FMI prevé ahora un crecimiento del 3,7% a escala global.
El actual clima económico está generando un menor crecimiento de las grandes economías de Europa, lo que afecta a las economías ibéricas, ya que encuentran en Francia, Alemania, Reino Unido e Italia sus mayores socios comerciales.
A pesar de los “vientos” menos favorables que vienen del clima económico europeo, España tiene el mejor registro entre las mayores economías de la Unión Europea.
Así, las previsiones de crecimiento del PIB del FMI para España para el presente año y el 2019 serán del 2,7% y del 2,2% respectivamente. Un desempeño mejor que Alemania, Francia e Italia, que este año previsiblemente aumentarán su PIB en el 1,9%, el 1,6% y el 1,2%.
La otra economía Ibérica, Portugal tendrá un crecimiento más moderado que su vecino.
El FMI prevé para 2019 un crecimiento del PIB portugués del 1,8%, lo que entra en contradicción con los valores del gobierno portugués que piensa que va a terminar el año con un incremento del 2,2%.
Otro factor macroeconómico presentado por el ministro de finanzas, Mário Centeno, en la propuesta de presupuesto general del Estado para 2019, es la reducción de la tasa de desempleo. Para el 2019, el gobierno portugués espera una tasa de desempleo de alrededor del 6,3%.
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