En abril de este año, HBO España añadió el título “Auga seca” (2020) a su catálogo, acercándola así a un nuevo y más amplio público tras su emisión en la televisión gallega TVG y en la RTP. La miniserie se inicia con la sospechosa muerte de Paulo Duarte en el puerto de Vigo, que obliga a su hermana, instalada en Lisboa, a volver al hogar familiar para intentar descubrir la verdad. Cuenta en su elenco con actores gallegos y portugueses y está producida por la gallega Portocabo y la portuguesa SP-i. Además, este thriller tiene entre sus logros el haber sido la primera ficción de habla gallega en acudir a la prestigiosa feria MIPCOM de Cannes.
Un més después, en mayo, y quizás en base al éxito cosechado por la incorporación de la anterior, HBO anunció el estreno de otra coproducción gallego-portuguesa en sus catálogos de Portugal y España. Hablamos de “Vidago Palace” (2017), también con producción de Portocabo en el lado gallego, y que también había sido emitida por ambas cadenas. Con los Juegos Olímpicos de Berlín, el régimen de Salazar y la Guerra Civil Española de fondo, la trama se centra en el amor prohibido entre Carlota, hija de los condes de Vimieiro y novia de César, y Pedro, empleado en el hotel, en una época con muy estrictas convenciones familiares y sociales. Este drama romántico creado por Henrique Oliveira contó con colaboración española en reparto, guión, producción o banda sonora.
Por si estos dos ejemplos no fueran suficiente, el filón de la ficción gallegoportuguesa tiene un tercer vértice. En 2018, TVG y RTP coprodujeron ellas mismas la serie “Verão M”, inspirada en la mítica “Verano azul” (1981-1982) que tan profunda huella dejó en el inconsciente colectivo español de los 80, y que también fue emitida con mucho éxito en Portugal. Las propias cadenas se refirieron a esta nueva versión como un proyecto puramente transfronterizo.
La llegada de “Auga seca” y “Vidago Palace” a HBO es una muy buena noticia para el audiovisual ibérico porque las acerca a un nuevo público, y porque lo hace además de la mano de una plataforma con un recorrido de mucho prestigio en lo que a creación de ficción se refiere. Pero, aunque HBO sólo haya hablado de sus catálogos español y portugués, la noticia se enmarca en una corriente global que vivimos desde hace unos años, y que afecta, y para bien, al conjunto del contenido creado en Europa.
Las plataformas de streaming, con Netflix a la cabeza, están cambiando la forma de entender lo que es un producto cultural audiovisual vendible en el mercado global. Como si se inspirasen en la frase del escritor portugués Miguel Torga según quien “lo universal es lo local sin fronteras”, parece que poco a poco vamos dejando atrás la idea de que cualquier película o serie que quiera ser exportable tiene que, por ejemplo, rodarse en inglés, aunque esto no concuerde con el lugar donde se desarrolla o con la trama. Y para muestra ahí está el éxito “La casa de papel” (2017), la serie de habla no inglesa más vista en dicha plataforma, cuyo alcance cubre 190 países.
Este nuevo statu quo en el que plataformas de ámbito global producen y/o distribuyen contenido local culturalmente responsable, y en el que hay un nuevo público dispuesto a consumirlo plantea un escenario lleno de posibilidades. Y la ficción ibérica hace muy bien en querer subirse a ese carro.
Jon Arozamena es especialista en relaciones internacionales y colaborador de radio.
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