La iniciativa de la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica es una de las acciones más importantes de la Academia Iberoamericana de la Gastronomía.
Antonella Ruggiero, la directora general de la Academia Iberoamericana de la Gastronomía, nos ha contado sus objetivos, como es su relación con las demás academias de la gastronomía de los países iberoamericanos que forman parte de esta importante institución.
También hubo tiempo para hablar de Madrid – Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2020- que debido a la pandemia de la Covid-19, su capitalidad se ha prolongado hasta el final de 2021.
La pandemia Covid-19 continúa dañando a la sociedad en todos los países. ¿Cómo está afectando a las actividades de la Academia Iberoamericana de Gastronomía?
La pandemia es una circunstancia que hemos debido sortear día tras día, con paciencia y metodología, pero que ha supuesto también un replanteamiento de nuestras maneras de seguir haciendo Academia.
En ese sentido, desde abril del año pasado, por ejemplo, hemos articulado seriados de live webinars junto con Chef Campus Culinary Institute, para dar cabida a las voces del sector (desde productores, hasta emprendedores o chefs) y trazar juntos ese nuevo horizonte que ya se dibuja.
Y, a pesar de haber sido un año retador, la Academia Iberoamericana de Gastronomía firmó, en 2020, 8 convenios (entre nuevos y renovaciones), lo que garantiza que podamos seguir tejiendo alianzas y reforzando plataformas colaborativas (como nuestro programa de gastronomía iberoamericana en Radio Exterior de España).
Además, intentamos tener reuniones digitales periódicas con las Academias Nacionales de Gastronomía (un total de 14) para hacer seguimiento y dar apoyo a la labor de cada una de ellas.
¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a la creación de la categoría “Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica?
La Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica es una designación de marca propia de la Academia Iberoamericana de Gastronomía que permite reconocer a una ciudad del territorio iberoamericano (entiéndase España y Portugal en Europa y todos los países de América en los que se hable español y portugués) por ser una importante vitrina de la gastronomía vinculada con el turismo, la cultura, las relaciones comerciales, la sostenibilidad y la formación.
En ese sentido Madrid celebra que es la séptima ciudad en recibir este reconocimiento (que también ha recaído en las españolas Córdoba y Mérida, en Guanajuato, Buenos Aires, Sao Paulo y Miami) por ser esa bisagra histórica y natural entre América y Europa.
Madrid seguirá siendo la Capital Iberoamericana de la cultura gastronómica en 2021. En tiempos de pandemia, ¿cómo se planifican las actividades de “Madrid – Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica?
En un acto de honestidad, debo decirte que la pandemia ha requerido un importante ejercicio de maleabilidad en tiempo y espacio. Las cifras y las condiciones sanitarias de la ciudad nos han llevado, sin ir muy lejos, a ampliar la Capitalidad también a 2021 (en decisión unánime de las 14 Academias Nacionales) porque el calendario de actividades de 2020 se vio severamente afectado.
Entonces, y para movernos con cautela y precaución, este primer trimestre trabajaremos en acciones online, con live webinars, formación y consolidación de próximas acciones semipresenciales o presenciales en el segundo semestre de este año. Todo en estrecha coordinación con el Ayuntamiento de Madrid y con Vertical Marketing, la agencia ejecutora de la Capitalidad.

¿Cuál es la importancia para España, y especialmente para Madrid, de ser Capital Iberoamericana de la cultura gastronómica?
La Capitalidad es un reconocimiento del que una ciudad puede “presumir”. Buenos Aires, Guanajuato, Mérida, Madrid… serán Capitalidades Iberoamericanas para siempre y la clave está en utilizar la designación como catapulta para su propia promoción.
De hecho, hay casos exitosos de ciudades que han multiplicado por cinco su número de turistas, otras han reactivado sus mercados de abastos y otras han reforzado los vínculos comerciales.
En el caso de Madrid, contamos con el apoyo del Ayuntamiento de la ciudad. En palabras del propio alcalde, José Luis Martínez-Almeida, “somos la capital de Iberoamérica en Europa”.
Quizá por eso Madrid es un lugar en el que los iberoamericanos no nos sentimos extranjeros, es una ciudad abierta, plural, cosmopolita y un espacio que promueve el emprendimiento y el desarrollo personal y profesional de quienes vivimos aquí.
“El principal objetivo de la Estrategia Iberoamericana de Turismo y Desarrollo Sostenible es potenciar la versatilidad y multiculturalidad de la capital de España en todos los ámbitos relacionados con la gastronomía”. Así se dijo en la firma del protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y la Academia Iberoamericana de Gastronomía. ¿Cómo se logrará este objetivo?
A partir de proyectos que hagan visibles esa multiculturalidad y que son una realidad que perfila la propia personalidad de la ciudad. Pensemos, por ejemplo, en la variedad de ingredientes iberoamericanos que hoy podemos encontrar en los mercados municipales o en la diversidad de restaurantes con casi todas las cocinas de Iberoamérica. Eso, en una misma ciudad, es de una riqueza y una amplitud incalculables.
En tiempos “normales”, ¿cuál sería el impacto económico de Madrid – Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica?
Al ser un proyecto aglutinador de voluntades, la Capitalidad se traduce en beneficios para el gobierno local, las instituciones, las empresas y, por supuesto, para los ciudadanos.
Ese escenario positivo se traduce en la revitalización del sector gastronómico, el turismo, las relaciones comerciales, incluso en la profundización de las relaciones bilaterales.
¿Qué eventos puede destacar dentro de la programación de esta gran iniciativa?
En este primer trimestre trabajaremos en acciones online, con live webinars, formación y consolidación de próximas acciones semipresenciales o presenciales en el segundo semestre de este año.
También diremos “presente” en los eventos más importantes de la agenda propia de la ciudad (como FITUR o Gastro Festival). Asimismo, se ha confirmado que la final de World Class, el campeonato de coctelería más importante del mundo, se va a celebrar en la ciudad en el marco de la Capitalidad.
En la entrevista que Rafael Ansón concedió a Raia Diplomática mencionó que la Real Academia de Gastronomía estaba preparando una candidatura de las tapas españolas al Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. ¿Cuál es la importancia de esta candidatura para la cultura gastronómica iberoamericana?
En la AIBG todos los países son fundamentales y necesarios, por ello aplaudimos y respaldamos cualquier iniciativa que se vincule a nuestro leit motiv (que es la preservación y difusión del patrimonio gastronómico iberoamericano).
Nos alegra la candidatura de las tapas tanto como la declaración de la cocina tradicional mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿Cómo se articula el trabajo de la Academia Iberoamericana con el resto de academias gastronómicas de los países iberoamericanos?
Con mucho sentido de responsabilidad y de hermandad. Lo que las Academias Nacionales hacen es respaldado por la AIBG y viceversa. Aquí lo importante es entender que son ellas las que conocen y pulsan el terreno y la AIBG es el espacio que las reúne y las propulsa.
Por ello hemos abierto plataformas de colaboración conjuntas: nuestro programa de radio en Radio Exterior de España, una sección propia en Excelencias Gourmet (que es media partner de la Academia) o la página de gastronomía en la revista Ronda Iberia.
Entre estas academias iberoamericanas, existen grandes diferencias en cuanto a sus objetivos. En otras palabras, ¿puede la particularidad regional ser determinante para lograr sus objetivos?
Sí, sin duda. Como lo es en el proyecto personal de cualquiera de nosotros. No podemos pretender aplicar “fórmulas magistrales” de copia y pega en un país y en otro porque las realidades son diferentes, varían los tiempos, los procesos… la propia idiosincracia.
Y como soy fiel defensora de las diferencias y de abrazar las particularidades, lo que sí puede hacerse es una revisión de procesos y de su factibilidad en otros lugares.
¿En qué se diferencia la cultura gastronómica iberoamericana de otras regiones del mundo?
Hubo un hecho (que sigue estando vivo) que cambió la historia de la gastronomía entre América y Europa y fue cuando los dos continentes se encontraron (nótese que no hablo de descubrimiento).
Allí se produjo un intercambio único de ingredientes, técnicas, recetarios, usos y costumbres que, sin ir más lejos, hizo posible la tortilla de patatas (porque las papas llegaron de América); que en Venezuela comamos hallacas en Navidad (porque, entre otros ingredientes no teníamos pasas ni aceitunas)o que se plantaran viñedos en Estados Unidos, Argentina, México o Chile.
El mundo en el que vivimos es cada vez más frenético. Hay una tremenda velocidad en las relaciones sociales que incluso nos olvidamos de comer de manera saludable. En términos de comunicación, ¿qué se puede hacer para inculcar una nutrición adecuada en la sociedad?
Pues nosotros ya lo hacemos. De hecho, estamos tan concienciados con este aspecto que coordinamos un Máster en Nutrición y Dietética Culinaria en Gastronomía, en la Universidad Complutense de Madrid, y certificamos una diplomatura en Nutrición Culinaria que imparte Chef Campus Culinary Institute.
La nutrición es un tema que nos atañe a todos y del que nos hemos vuelto más conscientes. Me lo ratificaba la profesora Beatriz Beltrán, de la UCM, a quien yo admiro especialmente. El reto está en no perder lo aprendido en tiempos de pandemia.
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