Entrevistar a una amiga no es fácil. Nos podemos desviar en la admiración y cariño. Pero con Jennifer Feller que es capaz de ser profesional en cualquier circunstancia eso no pasa. Trabajando con ella me di cuenta de su capacidad de ir cambiando de rol de forma natural. Y pude conocer y admirar de muchas formas su dedicación y amor a México.
Me sorprendía con su excelente redacción (en español y portugués) con su conocimiento de los temas actuales y de su especial vocación en la protección de los connacionales. Y por su capacidad de encontrar tiempo para todo: la maestría, los dos hijos, el marido que también trabaja en el mundo de la diplomacia y para sus amigos esparcidos por todo el mundo.
Ella siempre tiene espacio para quien se sienta frente a su mesa y lo hace sentir lo más importante en ese momento. Una gran diplomatica.
Jennifer Feller en ese uso mágico del tiempo, encontró un momento, en medio de las negociaciones del G20 en Italia, para esta entrevista. Así de profesional es ella.
Actualmente Jennifer Feller es la Directora General de Planificación Política y G20 en la Subsecretaria de Relaciones Exteriores de México
Imagino a Jennifer niña negociando, dialogando, convenciendo a su familia para hacer lo que quiere hacer… ¿Me equivoco?
Te equivocas yo desde chiquita lo que quería era ser psiquiatra, desde entonces me ha apasionado la naturaleza humana. Siempre me ha dado mucha curiosidad como es el razonamiento de la gente para todas las cosas: desde cómo un ser humano demuestra su amor hasta como hace la guerra. Mi mamá dice que a lo mejor eso justamente fue lo que me llevó irremediablemente a la diplomacia. Pero yo solamente pensé en ser diplomática cuando estaba por acabar la prepa e iniciar la carrera de medicina y un amigo me llevó a los hospitales psiquiátricos de México y me di cuenta que no eso no era lo mío pues necesitaba una fortaleza emocional que yo no tengo.
Y ahí pensé: hablo francés e inglés, me gusta la historia … así que dije “voy a hacer el examen del servicio exterior” y pues, aquí estoy.
Como mujer, ¿Cuáles fueron los retos y decisiones que tuviste que tomar al entrar en el Servicio Exterior mexicano?
Una de las primeras cosas de las que me di cuenta es que la enorme mayoría de las mujeres que estaban en puestos altos (que no eran muchas) no tenían vida personal y todo el mundo las veía con los estereotipos que hay de las mujeres que tienen puestos de mando: que son histéricas, amargadas, que no tienen marido. Yo tuve la suerte de haber entrado a trabajar a la Secretaría de Relaciones Exteriores antes de hacer el examen del servicio exterior; que son dos cosas que no necesariamente son complementarias; y hablé con mi jefe y le dije “si hago el examen del servicio exterior, me voy a condenar a a tener esa fama y a no tener vida personal porque no hay ningún hombre que quiera seguirte por el mundo”. Y entonces entré al servicio con esta idea de tal vez estar sacrificando para siempre mi vida personal. Creo que eso es uno de los primeros retos que tienes como mujer cuando entras a esta carrera en particular porque implica salir de tu país y salir de tu zona de confort y abandonar a tus amigos. Y todo tiene un costo muy particular para la pareja. Tú vas por el mundo con un trabajo fijo y es la persona que está contigo la que se tiene que adaptar a tu vida y no es necesariamente fácil; si para nosotros es difícil empezar la vida es una y otra vez, para la pareja puede ser más: muchas personas se casan con profesionales que tienen que abandonar su carrera para poder seguir a la persona que quieren.
El segundo gran reto es que yo creo que sí, desde que uno entra uno entra como mujer al servicio exterior, tiene que demostrar tres veces más que es capaz, porque aunque no sea consciente siempre está como esta actitud (sobre todo de los jefes) un poco de subestimar de lo que eres capaz como mujer. Entonces cuando quieres subir en la carrera, irremediablemente en algún momento te topas con este fenómeno de tener que demostrar miles de veces más de lo que eres capaz para que te tomen en cuenta.
¿Qué cualidades están detrás de una buena diplomática?
Yo siempre me he visto a mí misma como una diplomática poco convencional porque tiendo a ser muy franca. Alguna vez una un embajador que fue mi jefe me dijo que ya no iba a ser una buena diplomática porque se me notaba todo lo que sentía: si estaba de malas, triste, o si no me caía bien la persona con la que estaba platicando … Me quedé muy impresionada con lo que me dijo, pero creo que no necesariamente ser franca te hace una mala diplomática.
Lo que sí creo es que para ser diplomática tienes que tener ante todo una capacidad de adaptación: a una nueva realidad, a un nuevo jefe, a cambiar de amigos. No es que pierdas a los amigos que ya tuviste pero si tienes que tener una percepción de la amistad que no es convencional y que se alimenta de otra forma a pesar del tiempo y la distancia.
La segunda cualidad es perseverancia porque es una carrera de de obstáculos este tienes que subir como si fueras un militar no desde soldado raso hasta general (que es lo equivalente desde agregado diplomático hasta embajador) y el sistema mexicano en particular tiene exámenes que son muy complicados y muy desafiantes, entonces puede implicar muchas frustraciones.
Otra cualidad indispensable es una vocación de amor a México, una noción de que quieres ser parte del Estado y que quieres influir para bien en la realidad del país a partir de eso y creer que estás representando a tu país y no solamente tus intereses personales sino no los intereses de de todos los mexicanos.
“Yo siempre me he visto a mí misma como una diplomática poco convencional porque tiendo a ser muy franca”
Jennifer Feller
La pandemia cambió el paradigma para muchas profesiones. ¿Cuáles son los cambios en esta “nueva realidad” para tu profesión?
Hay cambios muy fuertes que justamente ahora que estoy en el G20 vi durante estos dos días. La pandemia y la realidad virtual nos privó de esta posibilidad de hacer contactos personales con tus colegas de otros países para poder avanzar ciertas agendas: cuando tú estás en en una pantalla por se vuelve una cosa completamente impersonal y la verdad es que el trabajo diplomático se basa un 70% en el contacto personal que desarrollas con tus contrapartes con los diplomáticos de otros países que estén contigo, etc.; porque de ahí es de donde sale el impulso a temas que tienen que ver con el interés de México.
Mucha gente dice que ya no es necesario que la gente viaje y aunque se se esté ahorrando con esos recursos de la virtualidad, yo creo que cuando estás impulsando una iniciativa como la que nosotros estuvimos impulsando ahora para el reconocimiento de las vacunas de la Organización Mundial de la Salud, para fomentar equidad en las vacunas, y a la que muchos países se oponen porque no entienden que se trata: eso solamente lo puede subsanar hablando y zanjando diferencias.
La pantalla creó una distancia. De hecho a mi me impresionó mucho en las primeras reuniones ver que la gente apaga su cámara. Muchas veces no sabes si las personas están escuchando o no. Es una cosa muy fuerte, muy impersonal.
Se dice mucho que los desafíos de este año para el G20 son enormes ¿Cómo encaras tu este desafío? ¿Qué te gustaría aportar en este tiempo de misión?
Es un bicho raro el G20.
El grupo por excelencia de las economías más desarrolladas es el G7 pero como son los países que controlan un enorme porcentaje del del Producto Interno Bruto del planeta ven las cosas de manera muy similar; el G20 se crea a partir de la crisis asiática principios de los 2000 en Tailandia que tuvo un efecto dominó en la región y en el mundo y que vino de un país en desarrollo; entonces lo que pensó el G7 fue hacer un grupo que también incluya los países en desarrollo, importante si lo que realmente se desea es fomentar la estabilidad económica mundial.
Entonces se crea el famoso G20 y es un es un grupo muy interesante porque tienes por un lado a los países desarrollados (los que estaban originalmente en el G7 y G8) pero además de ellos estamos los países que hoy en día se conocen como países emergentes y eso, como toda realidad diversa, enriquece el debate y suma otros puntos de vista. Y cada país trae sus intereses y trae su realidad y entonces eso lo hace un grupo muy interesante que yo creo que ha hecho cosas importantes que cambian la vida de las personas.
Como esto que se acaba de aprobar del impuesto a las a las empresas trasnacionales que operan sin tener una sede en un país y evaden impuestos y han sido un fenómeno que ha venido a destruir muchísimos negocios locales. No es que uno sea malo y el otro sea bueno pero es simplemente generar un sistema de igualdad de oportunidades para todos. Entonces eso a mí me ha parecido fascinante del G20 y mi aspiración es seguir por ahí porque hoy nos anotamos en un par de triunfos muy importantes como esto que México llevó sobre la importancia de la no discriminación de vacunas:
Volvemos al tema de los países desarrollados versus los emergentes que sólo reconocen las vacunas que se originan en su región y no reconocen a las vacunas que que vienen de otros países pero que ya fueron aprobadas por la OMS y eso genera una discriminación de vacunas impresionante.
A mí lo que me anima en este trabajo es tratar de hacer una diferencia para los mexicanos y para la reputación de México en el exterior.
Sé que eres una mujer de objetivos claros. ¿Quién será Jennifer Feller en 10 años? Que sea embajadora logre tener un balance en su vida. Implica muchos sacrificios pero es su objetivo principal.
Espero que Jennifer Feller en 10 años ya sea embajadora. Espero que sí. Me gustaría mucho. Pero antes que eso, espero que se logre tener un balance entre su vida personal y su vida profesional Eso es mi objetivo principal en la vida y se tiene que trabajar mucho para eso en este en este negocio, implica muchos sacrificios, pero yo creo que seas creo que ese es el objetivo principal por el que voy a trabajar los próximos 10 años y los próximos 20 … entonces ya hablaremos en 10 años y espero que nuestra amistad perdure.
Terminamos la entrevista a las 10 de la noche en Lisboa y 11 de la noche para ella en Italia. Después de una noche sin dormir por estar en la negociación.
Pero no falló a la entrevista. No le falló a una amiga.
Y solo deseo que Jennifer continúe sumando triunfos para México y los mexicanos. Con ella a bordo, estamos en buenas manos.
Kattia Hernández, productora de TV y contenidos. Fue consultora en la Embajada de México en Portugal en el área de comunicación y cultura
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