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Global Exchange – De la Raya para el Mundo

Global Exchange es seguramente un ejemplo a seguir para todos aquellos que quieren emprender. Es un claro ejemplo del slógan “De lo Local a lo Global”.

Global Exchange opera en el sector del cambio de moneda desde el año 1996. “Nuestra empresa tiene su origen en España, en la localidad de Fuentes de Oñoro (Salamanca), fronteriza con Portugal, donde los propietarios han desarrollado diversas actividades empresariales enfocadas al público turista. Una de las demandas entonces, por parte de estos, era el cambio de moneda (mayoritariamente pesetas, francos franceses y escudos portugueses), razón por la cual se decidió iniciar la prestación del servicio de cambio de moneda”.

Esta semana hemos hablado con Isidoro Alanís, Presidente de Global Exchange que se enorgullece de sus orígenes rayanos y salmantinos, y que ha logrado transformar una pequeña casa de cambios de moneda en la segunda mayor empresa del mundo en el sector ” Ojalá nuestra historia sea fuente de inspiración. Para mí es todo un orgullo poder trasladar cómo hemos crecido. Yo fui el primer empleado de una empresa que hoy tiene más de 1.800 empleados, con presencia en 23 países, 61 aeropuertos internacionales de primer nivel y con 350 oficinas”.

Con el estallido de la Pandemia Covid-19 y el cierre de la economía casi a escala global, ¿pensó que se había creado la tormenta perfecta para Global Exchange?

El cierre de fronteras a nivel global, efectivamente, fue un desastre sin precedentes para las empresas que viven del turismo y del sector aeroportuario. En nuestro caso fue dramático experimentar la falta de ingresos de la noche a la mañana y pasar de contar con una plantilla de 2.500 a 169 empleados en todo el mundo en tan solo un mes. En resumen, fueron momentos complejos en los que tuvimos que reaccionar con rapidez para garantizar la supervivencia de la compañía.

Dos años después, hemos comprobado que, precisamente, la rapidez y la contundencia en la toma de decisiones fueron claves. Esa respuesta nos ha permitido salir adelante en un contexto de gran crisis mundial. Hoy en día podemos decir que no sólo hemos recuperado nuestra actividad, sino que hemos salido reforzados, con estimaciones de cerrar 2022 con récord en ingresos.

Esta situación ¿le ha hecho revivir el período del fin de la circulación de la peseta y la entrada del euro, que provocó la caída de más del 90% de su negocio?

La pandemia del Covid-19 nos ha vuelto a poner en una situación muy compleja. Al igual que con la entrada del euro, el negocio quedó paralizado. Pero, si bien la entrada del euro fue un cambio para el que pudimos prepararnos con meses de antelación, esta última crisis sanitaria ha sido mucho más imprevista. Este reciente hecho ha sido un desafío completamente excepcional porque nadie podía imaginar ni prever sus efectos.

Tras las alarmas de la crisis de la pandemia de 2020, ¿cómo fue la gestión de esta crisis después?

En primer lugar, el 9 de marzo de 2020 creamos internamente un Comité de Crisis al más alto nivel. Nos adelantamos a la declaración de pandemia mundial que el 11 de marzo hizo la Organización Mundial de la Salud. Actuamos así para hacer frente a un fenómeno de consecuencias totalmente desconocidas. Este comité fue el encargado de la rápida toma de decisiones con el fin de reducir y minimizar los costes de la compañía, asegurando el futuro de Global Exchange.

El primer mes de la crisis realizamos un trabajo titánico. Conseguimos entonces establecer estrategias para garantizar la supervivencia del negocio en los 22 países en los que estamos presentes, teniendo en cuenta sus respectivas legislaciones, y también renegociamos los contratos con todos los gestores aeroportuarios. No obstante, este comité ha sido el responsable del seguimiento semanal de la crisis durante casi 20 meses.

Isidoro Alanís, Presidente de Global Exchange

¿El préstamo de 45 millones de euros de la SEPI fue clave para la recuperación de Global Exchange?

La verdadera clave para la recuperación de Global Exchange ha sido la restauración de la normalidad en los aeropuertos y la eliminación de restricciones fronterizas. Sin embargo, no hay duda de que la concesión del préstamo de la SEPI ha sido vital para garantizar los compromisos operativos y financieros de Global Exchange, así como paliar los efectos generados por la crisis.

En 2020, año en que comenzó la pandemia, su empresa registró 83,5 millones de euros y perdió 19 millones de euros. En 2021, la recuperación fue claramente visible, ya que comenzó a ingresar 570 millones de euros y con un EBITDA de 9,2 millones de euros. ¿Se acabó esta crisis?

En 2021 obtuvimos unos resultados magníficos, que avalaron las decisiones tomadas durante la pandemia. Por tanto, dimos la vuelta al escenario tan catastrófico que nos dejó 2020, nos incorporamos a nuevos mercados y nos posicionamos como la empresa del sector de cambio de moneda mejor estructurada y más solvente del mercado internacional.

En 2022 hemos mantenido esta misma senda de crecimiento y podemos decir que la recuperación del turismo es un hecho y que el sector se ha fortalecido con la crisis. Nuestras cifras demuestran esta realidad: hemos obtenido un 16% más de ingresos en lo que llevamos de año con respecto al mismo periodo del 2019. Tras dos años de pandemia en los que el turismo ha estado limitado -y aún a día de hoy hay países como los asiáticos con ciertas limitaciones- este año se ha hecho evidente la necesidad de la sociedad de recuperar la normalidad.

Global Exchange es una de las mayores empresas del sector a nivel mundial. Está presente en 23 países y en 61 aeropuertos internacionales, así como en otros lugares de gran afluencia turística. ¿Cómo se selecciona el aeropuerto para instalar cada nueva casa de cambio?

A la hora de seleccionar un aeropuerto u otro para abrir oficinas tenemos en cuenta la cifra de pasajeros internacionales que transitan por ellos anualmente. No obstante, la decisión de asentar nuestro negocio en un país depende de más factores. Los propios gestores aeroportuarios han de sacar un concurso o iniciar un proceso de negociación al que debemos presentarnos. En este punto, son ellos, los que seleccionan al mejor concesionario de cambio de moneda, en base a unos criterios relacionados con los servicios o productos que demandan y la oferta económica que realizamos.

Ojalá nuestra historia sea fuente de inspiración. Para mí es todo un orgullo poder trasladar cómo hemos crecido. Yo fui el primer empleado de una empresa que hoy tiene más de 1.800 empleados, con presencia en 23 países, 61 aeropuertos internacionales de primer nivel y con 350 oficinas

Isidoro Alanís, Presidente de Global Exchange

Y sigue expandiéndose a buen ritmo a otros aeropuertos internacionales como Marsella, aeropuertos Charles de Gaulle y Orly de París, Nador (Marruecos), Terminal 1 del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas de Madrid. ¿Es importante crecer para soportar el impacto de crisis globales inesperadas?

Desde los inicios de nuestra compañía, hemos apostado por el crecimiento y la expansión de nuestro negocio y durante la crisis se han presentado nuevas oportunidades que no hemos querido desaprovechar y nos han ayudado a conseguir nuestros objetivos.

Es importante crecer, eso nos ha llevado a ser la segunda compañía del mundo de cambio de moneda, pero también es importante saber reaccionar ante crisis inesperadas como la acarreada por el Covid-19.

Esta fenomenal recuperación se debe a todo un conjunto de factores: su administración, sus trabajadores, la innovación tecnológica, ¿qué medidas se están tomando para mejorar la relación con sus clientes?

Nuestra prioridad es seguir prestando el mejor servicio de cambio de moneda del mundo. Para ello, mantenemos una firme apuesta por la tecnología y la innovación. La inversión en tecnologías digitales y nuevos servicios serán claves seguir dando respuesta a las nuevas necesidades de los clientes y, por tanto, seguir mejorando nuestro negocio.

Ese compromiso con la tecnología pasa por la incorporación de grandes especialistas y herramientas en un potente departamento tecnológico. Queremos aprovechar todo el potencial de la digitalización, diferenciarnos y ser referentes tecnológicos en el sector de cambio de moneda.

Oficina de Global Exchange en Estambul

¿Cómo de importante es que las empresas se involucren con su comunidad y las universidades para ayudar en el desarrollo social de su región?

Global Exchange tiene un gran compromiso tanto con la educación como con la ciudad de Salamanca, donde está la sede del grupo. Tenemos alianzas con las Universidades de la ciudad, así como fundaciones y organismos de la región, para abordar, sobre todo, cuestiones relacionadas con la tecnología. Como empresa comprometida con la prosperidad de su territorio, es nuestro deber compartir proyectos que nos permitan mejorar y son muchos los beneficios que nos aportan las distintas entidades con las que trabajamos.

Salamanca es la ciudad donde tiene su sede Global Exchange. ¿Por qué se eligió esta histórica y hermosa ciudad para la sede de su empresa?

Nuestras raíces son Salmantinas. En concreto, nuestra compañía comenzó su actividad en el pueblo fronterizo de Fuentes de Oñoro. Es una fortuna establecer nuestras instalaciones matrices en Salamanca, que no solo es una hermosa ciudad, sino que brinda a sus ciudadanos una calidad de vida innegable. Para Global Exchange es un placer y un orgullo poder generar empleo en esta ciudad, fomentar el desarrollo de nuestra región y, además, hacer gala de ello en todo el mundo.

¿Y por qué no eligieron Madrid por su centralidad, y que además tiene un aeropuerto internacional para su sede?

Nuestra sede central está en Salamanca y estamos muy orgullosos de ello, no tenemos ningún tipo de pretensión por ubicar nuestra sede en ciudades como Madrid.

Toda esta historia de gran éxito y resiliencia comenzó hace 26 años en una pequeña casa de cambio de divisas en Fuentes de Oñoro (Salamanca), en la raya ibérica, justo al lado de la frontera portuguesa de Vilar Formoso. ¿Qué recuerdos tiene de aquellos tiempos?

Fue una etapa muy bonita, pero como todos los comienzos fueron muy modestos y estuvieron llenos de grandes retos y dificultades. En el año 1996, yo acababa de regresar a Fuentes de Oñoro tras finalizar mis estudios. Ante la necesidad que tenían los viajeros que cruzaban la frontera de cambiar sus monedas, comenzamos con una pequeña oficina de cambio de prácticamente seis metros cuadrados de tamaño en un centro comercial familiar. Eso se convirtió en el comienzo de nuestro proyecto empresarial. Con mucho esfuerzo, conseguimos en los 5 primeros años de vida del negocio un total de 16 sucursales por toda España hasta que, ante la llegada de la moneda única europea, planteamos nuestra internacionalización.

Siempre hemos trabajado con gran pasión, ilusión y confianza en nuestro proyecto. Este es el espíritu que nos ha acompañado hasta el día de hoy y que nos seguirá guiando en el futuro.

¿Es Global Exchange un ejemplo a seguir y la inspiración necesaria para las empresas de la Raya Ibérica?

Ojalá nuestra historia sea fuente de inspiración. Para mí es todo un orgullo poder trasladar cómo hemos crecido. Yo fui el primer empleado de una empresa que hoy tiene más de 1.800 empleados, con presencia en 23 países, 61 aeropuertos internacionales de primer nivel y con 350 oficinas.

Cuando abrimos nuestra oficina en 1996 nunca pensamos que 26 años más tarde, seríamos la segunda empresa líder del sector del cambio de moneda a nivel mundial. Todo es posible, no hay fronteras, no importa el origen geográfico. Lo verdaderamente importante es el trabajo, la ilusión y la pasión con la que se trabaje en el día a día.

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