Este verano fue particularmente caluroso. Incluso hubo temperaturas muy altas en lugares no acostumbrados al calor. La lucha contra el cambio climático es tarea de todos, y el cálculo de la huella de carbono es una prioridad.
Las grandes multinacionales son ahora más conscientes de la necesidad de salvaguardar nuestro planeta de las amenazas climáticas.
Según la Política Corporativa de Cambio Climático y Medioambiental, a través de su informe “Invertir en Sociedad 2022”, establece que el 55% de las grandes empresas a nivel mundial tienen como objetivo reducir los efectos del impacto ambiental.
En España también, su círculo empresarial es cada vez más sensible a este tipo de cuestiones.
Para el Banco Santander, el 74% de sus clientes son conscientes de la importancia de actuar de forma más sostenible a nivel global. Y a su vez, el 67% de sus clientes quieren instrumentos que les faciliten ser más activos en la lucha contra el cambio climático.
En 2019 se registraron 269 empresas en el Registro de Huella de Carbono, mientras que al cierre de 2021 ya había 2057 organizaciones y empresas registradas.
En el caso de Banco Santander desde 2011 mide su propia huella de carbono siendo carbono neutral a partir de 2020, compensando todas sus actuaciones que producen emisiones de carbono.
A través de su web o su APP, cada cliente puede calcular su huella de carbono mensual y su conversión en kilogramos de CO2 emitidos a la atmósfera, mediante transacciones bancarias agrupadas en categorías: alimentación, supermercados, hogar, automoción, ocio, educación y salud.
Así, los clientes pueden conocer su huella de carbono, y tener la posibilidad de compensar el exceso de emisiones, a través de bonos de carbono.
Estos créditos financian proyectos en el campo de las energías renovables, la conservación de ecosistemas o la reforestación. Y a través de la APP del banco, pueden seleccionar los proyectos a los que quieren ayudar y donar para combatir los efectos nocivos del cambio climático.
Sé el primero en comentar