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Vivir con la Virtud de la Valentía

“Aprendí que la valentía no es la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él.” – Nelson Mandela

La última edición de la revista New Philosopher tiene como tema filosófico “el coraje”, donde aborda diferentes perspectivas sobre lo que nos hace ser personas valientes y cómo podemos enfrentar nuestros miedos. Aclaro que me refiero a “coraje” como sinónimo de valentía o valor, no de enojo o irritación.

Para Aristóteles, tener coraje es contar con una de las más grandes virtudes del ser humano. Esa virtud es la que nos impulsa a lograr mucho de lo que anhelamos en la vida, tomando los riesgos necesarios para superar todo tipo de obstáculos y forjando nuestro carácter. Saber vivir con coraje es también clave para una vida plena y feliz.

Es importante señalar que el coraje siempre va acompañado de una finalidad noble. Tomar riesgos y vencer el miedo por sí mismos no nos hace personas valientes; nuestra causa debe ser genuinamente noble y debemos siempre hacer el bien. Un bombero que arriesga su vida en un incendio para salvar a personas es un claro ejemplo de valentía, al ser un acto de nobleza. Por otro lado, unos ladrones de un banco que vencen el miedo para cometer un atraco de alto riesgo no son valientes, pues cometen un acto claramente deshonesto.

La intención de la acción tiene mucho que ver al valorar un acto de valentía. Saltar en paracaídas pudiera ser una actividad de alto riesgo en donde enfrentamos un miedo. Pero una cosa es hacerlo voluntariamente por diversión o presunción, y otra muy diferente es tener que tomar la decisión espontánea de saltar en paracaídas de un avión que está a punto de estrellarse.

El acto de valentía en sí es la parte más importante de la virtud, ya que como dice el autor Neel Burton, no tiene caso ser una muy buena persona, llena de sabiduría y buenas intenciones si no se actúa con base a ellas. Y ese actuar debe hacerse con altruismo e independientemente de protagonismos, incluso cuando nadie nos ve haciendo buenas acciones. De hecho, hacerlas completamente anónimo es todavía más admirable.

El coraje también se encuentra en saber defender nuestros ideales y en hacer siempre lo correcto, teniendo una noción clara del bien y el mal. En las redes sociales a veces encontramos puntos de vista extremistas y tememos dar nuestras observaciones por miedo a recibir insultos o caer en discusiones que pueden volverse tóxicas. Pero tengamos el coraje para defender nuestra libertad de expresión sobre todo cuando se trata de defender la verdad en un ambiente plagado de desinformación.

Una persona puede apasionadamente luchar por su ideología, pero no hay virtud si esa ideología está basada en odios, si trata de defender teorías de conspiración, de promover desinformación o propaganda de gobiernos totalitarios. Por ejemplo, los antivacunas son muy ruidosos y obsesionados, pero no son personas valientes por defender su ideología, pues se trata de una premisa fundamentalmente falsa y peligrosa para la humanidad. Al igual que los invasores del Capitolio en Washington que interrumpieron violentamente la sesión en el Congreso que ultimadamente certificó la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

La vida es brevísima, y una gran parte de alcanzar nuestra felicidad está en nuestras manos, cuando actuamos con valentía

Ricardo Villarreal

En cambio, sí son valientes quienes se rebelan y se pronuncian en contra de injusticias cometidas por gobiernos totalitarios, quienes salen a defender a las minorías reprimidas y luchan por la libertad y la igualdad para todos. Estas personas toman el riesgo de ser atacados o encarcelados, pero con su lucha y resistencia vencen los miedos para transformar los sistemas políticos porque saben que vale la pena esforzase por conseguir vivir en un mundo libre y en paz.

¿Cómo lidiar con los miedos?

Muchos filósofos concuerdan que el miedo es parte central del coraje. Es imposible vivir una vida ausente de miedos e incertidumbres. Y nunca habrá un momento de la vida en donde se tome una decisión difícil sintiendo que se está totalmente preparado. Los miedos no se van a ir a ninguna parte, pero podemos vencerlos mientras mejor podamos entenderlos.

Para muchos psicólogos, las fobias son esos temores y aversiones a situaciones y cosas que no siempre representan un peligro real, como volar en avión. Y una manera para lidiar con esos miedos es aceptando su naturaleza y encontrando el coraje de conquistarlos poco a poco hasta normalizarlos. A veces no se trata de salirte de tu zona de confort, sino de expandirla cada vez más.

Las personas más exitosas hablan de sus miedos todo el tiempo y los aceptan, no los esconden. Saben que los miedos tarde que temprano aparecen, y su presencia es una señal de que algo importante merece la atención. Parafraseando a Mark Twain, la valentía nos da la capacidad de resistir o dominar los miedos, pero no los elude.

Entonces, mientras mejor aceptemos los miedos y los enfrentemos con pequeños actos de heroísmo, mayor será la probabilidad de ir desarrollando una actitud de coraje, y será más natural vivir y acostumbrarse a actuar con esta virtud.

Enfrentar con coraje nuestras fobias, miedos y adicciones, no solo nos hará personas libres, sino también influirá directamente a nuestra felicidad. Por supuesto que muchas circunstancias son difíciles de enfrentar y es inevitable tener miedo de las consecuencias de nuestras acciones, de afectar a terceros o de equivocarse, pero la vida no siempre es fácil. Lo que sí es una realidad es que la vida es brevísima, y una gran parte de alcanzar nuestra felicidad está en nuestras manos, cuando actuamos con valentía.

Ricardo Villarreal, Vicepresidente – Red Global MX Capítulo Portugal

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