Una potencia media en la región del Indo-Pacifico, Bangladesh es la segunda economía más grande en el sur de Asia y la séptima democracia más grande del mundo. También es el tercer país del mundo con mayoría musulmana. Con una población de 170 millones de personas, la fluvial Bangladesh es el país más densamente poblado del mundo. Bangladesh ha sido independiente tan solo desde hace 52 años, sin embargo, sus raíces culturales y lingüísticas van mucho más atrás. Situado en la intersección en el suroeste de la ruta de la seda y entre medias de India y China, la localización de Bangladesh tiene una gran importancia geoestratégica. Su rica historia se remonta a la antigüedad. El Bengalí, la lengua oficial, pertenece a la familia de lenguas indoeuropeas y fue definida en el siglo VII y la literatura escrita en bengalí emergió en el siglo XI. Hoy es la séptima lengua más hablada del mundo. Los mercaderes de oriente medio trajeron el Islam a las costas de Bengala al final del primer milenio. A finales del siglo XVI, el Imperio Mughal fundo Dacca como la capital de provincia. Al mismo tiempo, la región del sur de Asia producía una cuarta parte del PIB total del mundo.
El país permaneció autónomo hasta el inicio del imperio colonial británico en 1757. En 1947, cuando los británicos dejaron la India, el subcontinente fue partido en dos países independientes: uno es la India y el otro es Pakistán (con dos provincias – Pakistán Oeste (ahora Pakistán) y Pakistán Este (ahora Bangladesh). Desde 1947 a 1971, durante 24 años, Pakistán Este sufrió opresión económica, cultural, política y civil junto a injusticias por parte de Pakistán oeste. La privación política y económica de los Bengalís impulsó a Bangabandhu (Amigo de los Bengalís) Sheik Mujibur Rahman, el Padre de la Nación, a proponer sus históricas seis exigencias en 1966 las cuales estructuraron la creación de la futura independencia de la nación. Bangabandhu declaró en una histórica reunión pública el 7 de Marzo de 1971: “Esta vez, la lucha es la lucha por la libertad, la lucha ahora es la lucha por la independencia”. Fue, una declaración de facto por la independencia de Bangladesh. En 30 de octubre de 2017, UNESCO reconoció el discurso del 7 de marzo como parte del “Patrimonio Documental del Mundo” y fue incluido en el “Registro Internacional de la Memoria del Mundo”.
Después, en la noche del 25 de marzo de 1971, la armada de Pakistán desató una despiadada represión militar contra el pueblo bengalí y perpetró lo que se puede llamar como uno de los peores genocidios de la historia. Poco después de ser arrestado, Bangabandhu declaró formalmente la independencia de Bangladesh el 26 de marzo de 1971. Ante su toque de trompeta, la nación bengalí corrió al campo de batalla y libró la Guerra por la Liberación. Tres millones de personas libres y amables fueron martirizadas y el honor de 200 mujeres fue violado durante los 9 meses que duró la guerra. Derrotados y humillados, la Armada Pakistaní fue obligada a rendirse a los “luchadores por la libertad” o “freedom fighters” el 16 de diciembre de 1971: Bangladesh se erigió victorioso como país soberano en el comité de naciones. Comprometido con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las normas de la democracia, Bangladesh defiende a la humanidad oprimida en todo el mundo, ya que la nación tuvo que sufrir la violación de los derechos humanos durante el genocidio de 1971. Bangladesh solicita apoyo de sus amigos y compañeros en su apuesta para que el 25 de Marzo sea reconocido como “Día Internacional del Genocidio”.
La visión del mundo de Bangabandhu emanaba de su lucha durante toda su vida por la justicia, la igualdad y el derecho a la autodeterminación. Su discurso en las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 1974 marcó el tono y el tenor de los principios de nuestra política exterior, cuando alude a la importancia primordial de garantizar la paz y la justicia para toda la humanidad, afirmando: “La nación bengalí está enfocada en la construcción de un orden mundial que refleje las aspiraciones de todos los pueblos hacia la paz y la justicia”. Bangabandhu reafirma: “La paz es un imperativo para la supervivencia de la humanidad, sin embargo, para que perdure, la paz debe basarse en la justicia”. Estas palabras fueron casi proféticas por naturaleza y podríamos relacionar igualmente esta afirmación con la situación mundial actual. Su famosa afirmación en la cual se basa nuestra política exterior, dice “la amistad hacia todos y la malicia hacia nadie” nace de su creencia. Su ilustre hija, nuestra Honorable Primera Ministra Sheikh Hasina, que heredó su responsabilidad, ha conseguido mantenerse inquebrantable a este principio que nos permite un espacio en el que todos, incluso los partidos adversarios, puedan reunirse amistosamente. Somos una nación de paz, democracia y libertad!
Bangladesh ocupó el primer lugar en términos de contribución de tropas a las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU en 2021 y 2022. Defensor de la democracia y los derechos humanos, Bangladesh ha sido elegido miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para 2023-25 (2006, 2009, 2014, 2018 y 2022) por quinta vez, obteniendo un número récord de 160 votos en la región Indo-Pacifica. Bangladesh busca activamente el multilateralismo en diversos foros internacionales. Bangladesh es uno de los países más afectados por el cambio climático. El país es líder mundial en gestión de catástrofes. Bangladesh es hoy la economía de más rápido crecimiento del sur de Asia. Con un crecimiento medio sostenido del PIB del 7%, el país ha superado a muchos países en términos de renta per cápita.
Es un país con infinitas oportunidades y perspectivas. Bangladesh, que es actualmente la 30ª economía del mundo en PIB (PPA), se convertirá en la 25ª economía mundial en 2035. El Gobierno ha dado prioridad a un marco propicio a la inversión y ha facilitado la actividad empresarial en sectores prósperos como la agroindustria, la automoción, las TIC, el sector azul, la sanidad y el turismo y la hostelería. Bangladesh está siendo testigo de una revolución en infraestructuras y conectividad. El recientemente completado Puente de Padma, de 6,15 km de longitud (construido con autofinanciación y sin ayuda de donantes externos) por ejemplo, aumentará el PIB de Bangladesh entre un 1,3% y un 2%.

Bangladesh está dotado de un enorme potencial turístico. El país alberga el mayor manglar del mundo, Los Sundarbans, y la playa ininterrumpida más larga del mundo, Cox’s Bazar. Magnífica belleza natural, rica historia y cultura diversa, exuberante y frondosa vegetación, vastos humedales y un ecosistema único de bosques subtropicales y pantanos de agua dulce, abundancia de vida salvaje, yacimientos arqueológicos y la hospitalidad de sus gentes han hecho de Bangladesh un destino turístico único.
Bangladesh y España mantienen excelentes relaciones amistosas desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1972. El año pasado, ambos países celebraron el 50 aniversario del establecimiento de sus relaciones diplomáticas. España fue uno de los primeros países en reconocer a Bangladesh poco después de su independencia. Las relaciones cordiales demuestran las aspiraciones compartidas de los dos pueblos, y de nuestras apuestas colectivas en asuntos globales emergentes con intereses mutuos. Las relaciones bilaterales se amplían y profundizan continuamente en diversos ámbitos. España se ha convertido en el cuarto destino de las exportaciones de Bangladesh del mundo. Asimismo, Bangladesh es el cuarto socio comercial de España en Asia después de China, Japón e India. España acoge a unos 60.000 ciudadanos bangladeshíes. Son emprendedores, trabajadores y respetuosos con la ley. Siguen contribuyendo muy positivamente a la economía española y aportan un elemento adicional de diversidad a las comunidades en las que viven.
Bangladesh Inteligente” (Smart Bangladesh) trata de ser inclusivo en el sentido más estricto; se trata de algo más que un Bangladesh futurista, que se espera que se convierta en un país de renta media-alta en esta década y en una nación desarrollada de pleno derecho en 2041
Embajador Mohammad Sarwar Mahmood, Embajador de Bangladesh en España, Andorra y Guinea Ecuatorial
Bangladesh acoge a más de 1,2 millones de desplazados forzosos rohingya de Myanmar desde hace más de cinco años. Estas personas huyen de una brutal masacre en su propio país, donde han vivido durante siglos. A medida que la afluencia de las “personas más perseguidas del mundo” empezó en 2017, Bangladesh se quedó atónita ante la enormidad de la crisis en la que pronto se vería inmersa. Fue entonces cuando la Honorable Primera Ministra Sheikh Hasina quien hizo gala de una magnanimidad sin parangón, ya que dejó entrar a esas indefensas personas desamparadas y las abrazó con profunda amabilidad y calidez, por lo que el canal de televisión “Channel 4 News”, con sede en el Reino Unido, la calificó de “Madre de la Humanidad”. Desde entonces, Bangladesh ha proporcionado a los rohingyas todos los servicios básicos.
La crisis rohingya se origina en Myanmar y su solución está allí. Si no se resuelve, la crisis puede desestabilizar toda la región. Bangladesh siempre ha buscado una solución duradera al problema rohingya de forma pacífica mediante negociaciones con Myanmar, por lo que se ha basado principalmente en compromisos bilaterales y ha concluido tres instrumentos sobre repatriación. Lamentablemente, Myanmar nunca ha cumplido las disposiciones de los instrumentos. Plenamente consciente de este genocidio, calificado de “ejemplo de libro de texto de limpieza étnica” y de catástrofe humanitaria de magnitud inimaginable provocada por el hombre, la comunidad internacional tiene la responsabilidad permanente de exigir responsabilidades a Myanmar por las violaciones masivas de derechos humanos perpetradas contra los rohingyas. La respuesta de la comunidad internacional debe ser proporcional al gesto humano de Bangladesh mediante actos tangibles que garanticen la repatriación sostenible de los rohingyas.
Bangladesh ha logrado mucho en los últimos 52 años. En diciembre de 2022, la Honorable Primera Ministra Sheikh Hasina desveló su visión de construir un “Bangladesh inteligente” para 2041. Basada en los cuatro pilares de Ciudadanos Inteligentes, Gobierno Inteligente, Economía Inteligente y Sociedad Inteligente, se trata de reducir la brecha digital innovando y ampliando soluciones digitales sostenibles de las que puedan beneficiarse todos los ciudadanos, independientemente de su origen socioeconómico, y todas las empresas, independientemente de su tamaño. “Bangladesh Inteligente” (Smart Bangladesh) trata de ser inclusivo en el sentido más estricto; se trata de algo más que un Bangladesh futurista, que se espera que se convierta en un país de renta media-alta en esta década y en una nación desarrollada de pleno derecho en 2041. Esta asombrosa transformación avanza rápidamente gracias a los esfuerzos planificados, las iniciativas de base y el espíritu emprendedor de un pueblo resiliente. Prudentemente diseñada y coordinada por el gobierno, es el resultado de una gran habilidad política y espíritu emprendedor. Es el espíritu guía de Bangabandhu el que nos impulsa hacia adelante, y no nos atrevemos a descansar hasta que alcancemos todos sus sueños.
Embajador Mohammad Sarwar Mahmood, Embajador de Bangladesh en España, Andorra y Guinea Ecuatorial
Sé el primero en comentar