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La Madre Patria no tan Madre en América Latina

España fue  el reino conquistador de gran parte de lo que hoy se conoce como América Latina. Sin embargo, a lo largo de los años, su influencia y presencia en estos territorios ha disminuido. Esto se debe a distintas razones. Empezando por los nuevos jefes de Estados inclinados más hacia la izquierda, presumiendo su soberanía, como a la vez, diferentes países fortaleciendo sus relaciones con los países de América Latina.  También se debe de tomar en cuenta la debilitación económica española y las repercusiones que ha tenido en la expansión internacional en la región latinoamericana.

España ha estado presente en momentos primordiales en Latinoamérica. Empezando por su papel en los acuerdos de paz en América Central en 1986, así como en la primera Cumbre Unión Europea-América Latina en Brasil en 1999. Cabe recalcar que su liderazgo en la creación de la Secretaría General Iberoamericana en 2003. Su presencia  en la zona no solo significaba su influencia política, dado a que destacaba su resistencia económica paralelamente. El aspecto económico comenzó a tener un peso importante en los últimos años del siglo XX, consecuencia de la libre económica y la bienvenida del euro en la Península Ibérica. Como resultado, algunas empresas aprovecharon esa oportunidad para expandirse globalmente y América Latina era uno de los sitios más atractivos.

La entrada de empresas españolas fue una movida estratégica que favorecía en apariencia a ambas partes. Sin embargo, el gesto español iba más allá de un simple tema de inversión y ganancia economía. Fue un método para el desarrollo de relaciones  entre naciones y a su vez, afianzar instituciones políticas.  De hecho, en el 2003, salió un informe del Real Instituto Elcano  donde publicó que España era “ uno de los países más influyentes del mundo en América Latina.”

Lo que queda por debatir cuáles son herramientas deberá de utilizar España para volver a posicionarse como un líder en América Latina

Con lo anterior en mente, España tuvo una postura débil en el proceso de paz de Colombia y su papel en las negociaciones de Venezuela tuvo poco valor significativo. En el 2022, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador manifestó que su gobierno buscaba “ una pausa” en sus relaciones con España, respaldándose bajo la idea de que México tenía que ser respetado y que dejaran de ver al territorio como una tierra conquistada. Sin olvidar la carta que le envió  en el 2019 al Rey Felipe VI pidiéndole que se disculpara por los abusos y opresión que desató la Conquista en el territorio mexicano.

El presiente mexicano no ha sido el único que ha cuestionado las intenciones españolas ya que el Presidente Daniel Ortega de Nicaragua y hasta en su momento, Nicolás Maduro en Venezuela, acusaron al reino español por las carencias políticas, económicas y sociales que se sufren en la región.

España sigue siendo el segundo inversor más grande en la zona, después de Estados Unidos. Para ser exactos, el 30% de las inversiones españolas en el exterior están destinadas para América Latina. No obstante, esto no significa que las empresas españolas sigan teniendo el éxito que tuvieron hace tres décadas. La empresa Telefónica dejo sus inversiones en Chile y Colombia, el reconocido banco BBVA se salió de Paraguay y Santander desapreció de Puerto Rico. El abandonó de dichas empresas, por no mencionar todas, se podría explicar por diversos motivos. Uno de ellos se le debe a la crisis financiera de la década pasada (2008), y la deuda que se acumuló forzó a la Corona Española a enfocarse en la Unión Europea. Asimismo, como fue mencionado antes, el nacionalismo de cada país latinoamericano ha provocado que existan distintos objetivos políticos entre los gobiernos causando un dialogo complicado para la cooperación y desarrollo.

Esta brecha que se ha ido formando entre la región latinoamericana y España, ha sido una ventana de oportunidad para otros. En este caso, China. Desde la pandemia, el gobierno chino incrementó  su inversión con la venta de millones de dosis de vacunas, lo que hoy muchos expertos llaman “diplomacia COVID”.  El país asiático no sólo se dedicó a vender vacunas, sino también, dono mascarillas, equipos de protección y respiradores. En el 2021, el comercio entre China y Latinoamérica logró alcanzar un $400,000 millones de dólares, según datos obtenidos por BBC. Proyectando su poder en la región, China conquisto nuevos mercados y así ha logrado un alto posicionamiento en el ámbito de biotecnología, atrayendo a países latinoamericanos con los proyectos de coproducción de vacunas en países como Brasil, Perú y Argentina para el periodo 2022-2024. A su vez, la transición izquierdista de algunos gobiernos en Latinoamérica le ha abierto las puertas a China, ya que comienzan a compartir ideales comunes.

Uruguay es uno de los países que ha incrementado sus lazos con China a un ritmo exponencial. Recientemente expresó sus intereses por acelerar éste proceso con el fin de firmar un acuerdo de libre comercio con China, pero se enfrentó a oposiciones de otros países miembros del  Mercosur, quienes alegaron que debido a esa relación  bilateral de Uruguay con China, se ha debilitado el comercio intrarregional.

Lo que queda por debatir cuáles son herramientas deberá de utilizar España para volver a posicionarse como un líder en América Latina y sobre todo, cómo competir con el mangante asiático que cada día se acerca más a ser la potencia mundial más importante, haciendo que otros gobiernos pierdan su influencia en regiones primordiales como la que es América Latina.

Alide Flores Urich Sass

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