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La Mejor Política Exterior no es la Interior

En el 2018 al ganar la presidencia de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), repetía que “la mejor política exterior es la interior”. Con el tiempo, se demostró que era imposible que un país con una economía dentro de las 15 más fuertes del mundo tuviera una participación inactiva en el escenario internacional.  Marcelo Ebrard, nombrado Secretario de Relaciones Exteriores, junto con otros funcionarios con carrera diplomática como la ex Subsecretaria de Asuntos Multilaterales, Martha Delgado, han obtenido grandes beneficios para el país gracias a distintas iniciativas. No obstante, por otro lado, se han escapado oportunidades importantes para la República Mexicana causado por los daños colaterales de la administración actual.

La política exterior mexicana se enfoca en seguir sus principios normativos: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción de la amenaza, la igualdad jurídica entre Estados, la cooperación internacional para el desarrollo y la lucha por la paz y la seguridad internacional. Las relaciones internacionales de México se dicen ser firmemente obedientes a su marco normativo instaurado hace décadas. Para ser más precisos, el país proclama su lealtad a la Doctrina Carranza de 1918 donde sostiene la igualdad entre los estados y desaprueba toda intervención de los asuntos internos de otra nación así́ como la equivalencia de derechos de nacionales y extranjeros ante las leyes de un país.[1] La Doctrina Estrada de 1930 que  establece la posición de mantener o romper relaciones con otro país sin que ello significara la aprobación o reprobación de sus gobiernos locales[2] ,se ha utilizado como justificación para defender  las acciones del Presidente López Obrador ante la situación actual con Perú. Aunque el gobierno de Dina Boluarte declaró al Embajador mexicano, Pablo Monroy, en Lima “persona non grata”, AMLO ha procedido con no romper relaciones diplomáticas con el país y ha manifestado su apoyo al expresidente peruano, Pedro Castillo, y a su familia al darles asilo en el territorio mexicano.

 No es la primera vez que AMLO le da la bienvenida a personajes cuestionados por el abuso de poder en sus  respectivos países. De hecho, el expresidente boliviano, Evo Morales, piso el país como un asilado y como un amigo del gobierno mexicano. El apoyo que la administración de López Obrador ha brindado a gobiernos que ponen en duda la democracia como los de Nicaragua, Venezuela, y  Cuba, ha expuesto la tendencia política que comparten.

Recientemente en un comunicado oficial se declaró que México ha desplegado una estrategia diplomática para retomar liderazgo en América Latina, basándose en la cooperación interregional y fomento del dialogo, aunque lo que se demuestra es lo contrario. En numerosas ocasiones, el presidente mexicano se ha burlado de los intentos de colaboración regionales iniciados por la Organización de Estados Americanos (OEA), al criticar que “es una cosa muy fea, tan fea que causa risa”. Por otro lado, en febrero de este año AMLO negó ceder la Presidencia Pro Tempore de la Alianza del Pacifico, que le corresponde transferir a Perú por continuar apoyando a Pedro Castillo. Irónicamente, durante la VI Cumbre de los países  integrantes de la Comunidad de Estados Iberoamericanos y Caribeños (CELAC) en el 2021,  AMLO hizo un llamado para fortalecer la integración productiva y económica; respetando la soberanía de cada nación.

Sin embargo, las relaciones externas que se llevan con su vecino del norte no han sido tan negativas como las que ha tenido con América Latina, aunque tampoco han sido las mejores. Siguiendo  los caprichos del expresidente norteamericano, Donald Trump, México se transformó en un centro de detención de migrantes y solicitantes de asilo, conteniendo el flujo migratorio en tránsito. Esta decisión fue criticada por la desviación de los recursos mexicanos, dándole la espalda a los migrantes y por supuesto,  la entrega de la soberanía mexicana a Estados Unidos. Cabe recalcar que, en plena campaña política, AMLO apoyo a Trump y se tardó más de un mes en reconocer el triunfo del actual presidente, Joe Biden. Los cambios en la política energética del Gobierno de AMLO  también han sido un núcleo de conflicto para las relaciones bilaterales. Washington acuso a México de un “trato injusto” a las empresas norteamericanas situadas en terreno mexicano. No obstante, gracias al Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) que entró en vigor en el 2020 y remplazó al TLCAN, existe una forma de acercarse a una posible solución, pero las políticas mexicanas han provocado un corte inmenso a la inversión estadounidense y de distintos países en la infraestructura de energía limpia.  En un comunicado por parte de la Oficina de la Representante de Comercio de Estados Unidos, denunciaron que las reformas de México respecto a las energías renovables no cumplen con los objetivos climáticos bajo el Acuerdo de París. Pese a este panorama, se debe de celebrar el triunfo que hubo hace pocas semanas entre el gobierno México y Elon Musk.  Tesla construirá una mega planta en Nuevo León, al norte del país, y será el mayor fabricante de vehículos eléctricos en América Latina. En efecto, será la primera planta de la compañía  fuera de China, Estados Unidos y Alemania. Martha Delgado anunció que  la inversión será de aproximadamente $5,000 millones de dólares  y tendrá la capacidad de generar 6,000 puestos de trabajo. José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) dijo que “ con la llegada de Tesla, México reafirma su posición  de liderazgo  en la manufactura y exportación de vehículos  hacia el mundo”[3], afirmando que este tipo de inversiones influenciará a otras.  Al escuchar la notica, BMW siguió los pasos y decidió invertir $ 860 millones de dólares en la fabricación de vehículos eléctricos en su planta en San Luis de Potosí. Así que se debe de reconocer los esfuerzos de las personas detrás de este tipo de negociaciones ya que estas inversiones favorecen y fortalecen las relaciones comerciales de México con diferentes países. Bien dijo la distinguida diplomática Roberta Lajous Vargas, “la historia de las relaciones internacionales de México se desarrolla en ciclos de acercamiento al poderoso país con el que comparte frontera y de distanciamiento de él, mismos que le han permitido, por un lado, afirmar su identidad y, por el otro, modernizar su economía.”

Mientras del otro lado del continente, el Parlamento Europeo tampoco se salva de las críticas de la administración de López Obrador. En marzo del 2022, el Parlamento Europeo le pidió al gobierno mexicano garantizar protección a periodistas y defensores de derechos humanos. Con 607 votos a favor, 73 abstinencias y 2 votos en contra, la resolución de la Cámara fue aprobada. La respuesta de AMLO fue acusar a los diputados europeos de ser “borregos” y “reaccionarios” de la oposición. Es más, el presidente mexicano manifestó que “ya no somos colonia de nadie” y este tipo de actitud ha perjudicado las relaciones del país con la Unión Europea, especialmente con España.

La campaña de resentimiento que lleva AMLO en contra del gobierno y empresas españolas ha incrementado con el tiempo. El presidente mexicano ha acusado a empresas europeas de querer “saquear” el país.  A su vez, en febrero del año pasado, durante su conferencia matutina López Obrador anunció una pausa en las relaciones con España, pero aclaró que no era una ruptura diplomática. Tiempo antes, había pedido que rey Felipe VI  se disculpará por las violaciones y daños perpetrados durante la colonización. El gobierno español contesto recordándole que España y México son socios estratégicos, unidos por lazos culturales, lingüísticos, históricos, entre otros. Los datos obtenidos durante el 2021, destacaron que aproximadamente $21,719 millones de euros llegaron a tierras mexicanas como inversión extranjera directa y un 10.7% correspondía a empresas  españolas. En otras palabras, España es el segundo inversor en México después de Estados Unidos. De nuevo, se deben de apreciar los esfuerzos de la Secretaría de Relaciones Exterior de México al emendar sus relaciones con el país europeo. En diciembre del 2022, se celebró la XIII Reunión de la Comisión Binacional  México-España en la Ciudad de México, donde asistió José Manuel Albares Bueno, Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación del Reino de España. Durante el encuentro de altos funcionarios públicos, el Canciller Marcelo Ebrard  señalo que se dialogó acerca las perspectivas de la relación bilateral y se reactivó la red de cooperación entre ambos gobiernos. Al compartir valores en común como  el deseo de paz, el respeto a los derechos humanos, la importancia del multilateralismo y otros intereses similares  en tiempos extremadamente volátiles, ha permitido que México y España se aproximen a situarse en un espacio de colaboración mutua.

En este orden de ideas, la  académica mexicana especialista en relaciones internacionales, Pía Taracena Gout,  explicó que la política exterior de la administración de López Obrador no contiene muchas fortalezas ni relevancia este sexenio. Al compartir su punto de vista, la profesora expresa que “las relaciones con Estados Unidos oscila entre la cooperación y el conflicto.” Mientras que con América Latina se destaca un favoritismo ya que  “depende mucho el país, aunque se ha tratado de fortalecer la posición acerándose más a Cuba; pero tampoco es que haya sido una relación muy eficaz para reposicionar [a México].” Aclarando que la  relación entre México y Centroamérica “es más bien una relación del poderoso del Norte que quiere ayudar al del sur.” Al concluir, destaca que la relación con España sigue siendo tensa y negativa.

Las relaciones exteriores de México en los últimos años han causado mucha controversia dentro del país, pero sobre todo, en el extranjero. El tener un presidente izquierdista sin filtro , ha ocasionado que el país se posicione en una situación compleja con sus socios estratégicos y aliados históricos. Se ha demostrado que la política exterior que ha tenido México durante la administración de AMLO no ha sido nada fácil y definitivamente la política exterior más conveniente no es la interior. Gracias al desempeño de diversos personajes políticos dentro de la Cancillería, México ha tenido la posibilidad de restaurar algunos de los daños ocasionados y postularse en el escenario internacional con el potencial que tiene. Países emergentes están obteniendo logros exitosos que los están permitiendo alcanzar a las grandes potencias mundiales al ejercer una función activa en el escenario internacional. Si México no aborda su política exterior con mejor desempeño y tolerancia, se quedará como el famoso  dicho popular; “camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.”

Alide Flores Urich Sass


[1] Datos obtenidos de la Biografía de Venustiano Carranza, localizada en la siguiente página en Internet: http://www.elbalero.gob.mx/historia/html/rev/biocarranza.html

[2] Ramírez, Carlos, Indicador Político, Doctrina Estrada; Doctrina Castañeda; 29-09-2001, localizado en la siguiente página en Internet: http://mx.geocities.com/cencoalt/110901/doctrina.htm

[3] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-64819256

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