Global Exchange es una empresa con una historia impresionante en el negocio de cambio de moneda que ha logrado una destacada internacionalización y diversificación de servicios financieros a lo largo de los años. Su presencia global y su compromiso con la satisfacción del cliente la convierten en una opción preferida para los viajeros que buscan soluciones de confianza, eficientes y seguras para sus necesidades de cambio de divisas y servicios financieros durante sus viajes internacionales.
Para conocer mejor los valores y la internacionalización de esta empresa que nació en la raya española, en Fuentes de Oñoro (Salamanca), hemos entrevistado a Juan Antonio Alanís Marcos, Vicepresidente de Global Exchange.
Para el Vicepresidente de Global Exchange la internacionalización es siempre un desafío y un estímulo “de entrada, generamos empleo, lo que implica una buena acogida, pero que supone también expectativas que cumplir. Nuestros resultados avalan que somos un socio de confianza para las autoridades nacionales y los gestores aeroportuarios que cuentan con nosotros. En algunos países como Costa Rica o Uruguay, por ejemplo, ya llevamos casi dos décadas, desde 2004. Y lo refrenda el índice de satisfacción de nuestros clientes, con una valoración de nuestra atención y servicios como muy satisfactoria, a nivel global, del 93%”.
¿Cuáles son los valores fundamentales que Global Exchange considera como pilares de su cultura corporativa?
Nuestro propósito diario es ofrecer a nuestros clientes, 9,3 millones en 2022, el servicio de cambio de moneda extranjera que necesitan allí y cuando lo requieran. Un objetivo guiado por los valores de nuestra cultura corporativa: honestidad, calidad humana, servicio, superación, innovación, excelencia y esfuerzo.
Valores que definen una manera de actuar y de gestionar, de relacionarnos y dar respuesta a todos nuestros grupos de interés, y no solo clientes, también a empleados, comunidad empresarial, administraciones públicas…
¿Cómo se aseguran de que estos valores se reflejen en las operaciones diarias de la empresa y en las decisiones estratégicas?
Por un lado, definiendo procedimientos que facilitan y guían su puesta en práctica; comunicando el modo de aplicarlos y los objetivos a conseguir con ellos; y realizando formación continua con la que asegurarnos que son transmitidos a las 2.500 personas que conformamos Global Exchange.
Y por otro, realizando auditorías internas periódicas que nos ayudan a saber el nivel de cumplimiento que nos hemos marcado. Y, si procede, qué medidas correctoras debemos tomar para alcanzarlos o, si es posible, mejorarlos.

¿Puede compartir ejemplos concretos de cómo Global Exchange ha aplicado sus valores en situaciones desafiantes o críticas?
Valga como ejemplo una circunstancia diaria. Muchos de nuestros clientes son personas que se encuentran en un entorno poco habitual para ellos, un aeropuerto de grandes dimensiones en que todo sucede deprisa, lejos de su entorno y no hablan el idioma local ni uno habitual como inglés o francés.
Contar en nuestras más de 350 oficinas con gente formada y con pantallas que les ayudan a seguir, de manera visual, la operativa del cambio en su lengua natal es fundamental para convertir una situación desafiante en una experiencia amable.
Global Exchange ha experimentado un crecimiento significativo en todo el mundo después de la pandemia. ¿Cuál es su enfoque estratégico para la expansión internacional?
Nuestros clientes son, fundamentalmente, turistas que se trasladan a un lugar donde necesitan una moneda diferente a la de su país de origen. Por este motivo seguimos con sumo detalle la evolución del turismo internacional. Las previsiones de mercados emisores y receptores, los aeropuertos más utilizados y las ciudades más visitadas.
Eso nos guía para decidir dónde nos proponemos estar, nuestro objetivo para 2026 es en 84 grandes aeropuertos internacionales, 20 más que ahora. Pero también para saber qué servicios prestar a nuestros clientes, como qué monedas debemos ofrecerles. En España, por ejemplo, ponemos a su disposición billetes de más de 70.
¿Cuáles son los principales desafíos que han enfrentado al expandirse a nuevos mercados en el extranjero?
Cada país en el que nos implantamos supone siempre un desafío cultural. Hay que entender muy bien cómo se funciona localmente -los usos y costumbres sociales, la normativa- y encontrar el punto de encuentro en que se aúne el modo de ser y actuar de allí con el principio común para todos los lugares donde estamos que son los valores de Global Exchange.
Una labor que sabemos hacer, tal y como evidencia que, con tan solo 27 años de historia, seamos la segunda compañía del sector del cambio de divisas a nivel mundial. Estamos en 23 mercados de los cinco continentes y en países tan diferentes entre sí como Trinidad y Tobago, Marruecos, Suiza o Australia.

¿Cuál ha sido la experiencia de Global Exchange al abrir oficinas en el extranjero y establecerse en nuevas comunidades?
Siempre positiva. De entrada, generamos empleo, lo que implica una buena acogida, pero que supone también expectativas que cumplir. Nuestros resultados avalan que somos un socio de confianza para las autoridades nacionales y los gestores aeroportuarios que cuentan con nosotros.
En algunos países como Costa Rica o Uruguay, por ejemplo, ya llevamos casi dos décadas, desde 2004. Y lo refrenda el índice de satisfacción de nuestros clientes, con una valoración de nuestra atención y servicios como muy satisfactoria, a nivel global, del 93%.
¿Qué factores consideran al seleccionar ubicaciones para sus oficinas internacionales?
Nuestras oficinas están allí donde nos requieren nuestros clientes. En los aeropuertos, en las zonas de facturación, embarque y recogida de equipajes.
Pero también en otros lugares, como en la recepción de grandes complejos hoteleros, como estamos en México. O en los centros históricos de ciudades que reciben un importante número de visitantes internacionales cada día como Madrid, París o Londres.
Una labor que sabemos hacer, tal y como evidencia que, con tan solo 27 años de historia, seamos la segunda compañía del sector del cambio de divisas a nivel mundial. Estamos en 23 mercados de los cinco continentes y en países tan diferentes entre sí como Trinidad y Tobago, Marruecos, Suiza o Australia.
Juan Antonio Alanís Marcos
¿Qué oportunidades emergentes ven en el mercado de servicios de cambio de divisas y cómo planean capitalizarlas?
La dimensión digital está ahí. Un mundo de posibilidades que en Global Exchange estamos ya trabajando. A través de nuestras webs, nuestros clientes pueden realizar sus pedidos de cambio de divisas desde el móvil y pasar a recogerlo en la oficina que nos indiquen. En países como España, incluso, se lo podemos llevar a donde ellos nos digan.
Pero nuestra visión va mucho más allá. Trabajamos desde hace tiempo para integrar en nuestro negocio las posibilidades de la inteligencia artificial, el big data, en impulsar startups e iniciativas Fintech con las que liderar la transformación digital del sector del cambio de divisas.
Motivo por el que hemos puesto en marcha un centro tecnológico en Salamanca en el que GETD, Global Exchange Tecnologías Digitales, nuestra área de tecnología y digital, se convertirá en un polo de atracción y desarrollo de ideas innovadoras, talento emprendedor y proyectos disruptores.

Global Exchange tiene su sede en Salamanca. ¿Qué iniciativas o programas tienen en marcha para contribuir positivamente a la comunidad local en Salamanca?
En GETD trabajarán 200 personas, empleos de alta cualificación con perfiles como ingenieros informáticos, matemáticos, físicos o estadísticos.
Además, en nuestras instalaciones se desarrollarán programas formativos que dinamizarán el ecosistema tecnológico y digital local y regional, y con las que potenciaremos aún más la relación que ya tenemos con instituciones científicas o académicas como la Universidad de Salamanca y la Universidad Pontificia de Salamanca.
¿Cómo se involucra la empresa en actividades de responsabilidad social corporativa en la región?
Colaboramos con distintas entidades y organizaciones del tercer sector, principalmente del ámbito social, que atienden de manera directa a personas necesitadas por diferentes circunstancias. Lazos que establecemos no solo en el ámbito local y regional en España, sino también en otros países donde estamos presentes.
Una línea de actuación que desarrollamos desde hace años y que fortalecemos de manera paralela a como lo hace el crecimiento de nuestra Compañía.
El pasado mes de enero, Global Exchange recibió el Certificado de Honor Raia Diplomática a la mejor empresa de España en 2022. ¿Qué supone este tipo de reconocimientos para el equipo de Global Exchange?
Como una muestra del buen hacer que somos capaces de conseguir las personas que formamos Global Exchange, las más de 2.500 que la formamos en este momento, y de la aportación de cuantas han sido parte de él en algún momento de su trayectoria, más de 13.000 desde nuestros inicios en 1996. El reconocimiento, el Certificado de Honor Raia Diplomática, es de todos ellos.
Juan Antonio Alanís Marcos es empresario, miembro del Grupo Empresarial de la Familia Alanís Marcos, propietaria del Grupo Global Exchange en el que actualmente desempeña el cargo de Vicepresidente.

Profesor invitado en la Universidad de Salamanca impartiendo clases de Estrategia y Negociación a los Alumnos de los Masters del Instituto Multidisciplinar de Empresa, del que a su vez es Patrono. Miembro del Consejo Asesor de la Asociación Internacional DCH (Directivos de Capital Humano) que trabaja en la búsqueda de la excelencia en el área de personas en compañías de todo el mundo.
Miembro del Consejo de Administración del Grupo Familiar Global Exchange y de varias de sus filiales, con formación para el desempeño de esta responsabilidad en el IESE Business School a través de su programa internacional “De Directivo a Consejero”.
Experiencia internacional, con especial trascendencia, de once años de residencia en Latinoamérica donde impulsó el nacimiento del proyecto internacional de Global Exchange con su primera apertura en Argentina. En el inicio de la actividad en ese país tuvo que lidiar con la gestión del negocio en la ya conocida crisis del corralito y corralón (cierre del sistema financiero total) en el año y la salida desde la convertibilidad a la pesificación de la economía argentina.
Apasionado por el mundo de las empresas familiares y del proyecto Global Exchange.
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