El pasado 3 de octubre del 2023, con 60 votos a favor y 22 en contra en la Asamblea Nacional, el país del Cáucaso votó a favor de unirse a la Corte Penal Internacional de la Haya (CPI). Armenia ya había empezado el procedimiento de adhesión a la CPI hace más de dos décadas, pero en el 2004 su Tribunal Constitucional determino que el Estatuto de Roma, el tratado que establece la función de la Corte, contradecía la Carta Magna del país, lo que provocó una interrupción en el proceso. Sin embargo, las recientes tensiones causadas por la disputada región de Nagorno-Karabaj ha dirigido a Armenia a buscar una cierta protección de la comunidad internacional de una futura agresión de Azerbaiyán, país con quien se ha tenido dos conflictos armados.
Nagorno-Karabaj, conocida como Artsakh por los armenios, es un territorio ubicado en las montañas del Cáucaso sin salida al mar. Internacionalmente, es reconocida como parte de Azerbaiyán, pero tiene alrededor de 120,000 personas de etnia armenia , quienes rehúsan el domino azerbaiyano ya que tiene su propio gobierno de facto apoyado por Ereván, aunque ningún país lo reconoce oficialmente. En 1988, las altas autoridades de Karabaj “aprobaron una resolución en la que declaraban su intención de unirse a la república de Armenia, lo que provocó el estallido de los combates cuando la Unión Soviética empezó a desmoronarse, en lo que se convirtió en la Primera Guerra de Karabaj. Unas 30,000 personas murieron y cientos de miles fueron desplazadas cuando el bando armenio ganó el control de la región y siete distritos circundantes de Azerbaiyán.” Sin embargo, las tensiones no terminaron allí ya que existieron varios enfrentamientos durante los años procedentes, lo que resulto en la segunda guerra de Karabaj en el 2020. Respaldado por su íntimo aliado, Turquía, Azerbaiyán logró la victoria en menos de dos meses, reconquistando los siete distritos perdidos y alrededor de un tercio de región de Nagorno-Karabaj.
Rusia jugó un papel esencial durante este tiempo ya que fue el líder de las negociaciones del alto el fuego, aunque ha sido aliado de Armenia, sus lazos con Azerbaiyán han ido aumentando con más fuerza. El acuerdo sostenía que 2,000 soldados rusos estarían presentes en la región para el mantenimiento de la paz y así evitar nuevas invasiones y salvaguardar el corredor de Lachin, la carretera utilizada exclusivamente que conecta la región con Armenia. Sin embargo, en diciembre del 2022, activistas respaldados por Azerbaiyán instauraron un control militar a lo largo de Lachin con la finalidad de detener las importaciones de alimentos a los residentes de la zona y aislado al territorio del mundo exterior. La incertidumbre incremento después de que, en junio del 2023, hubo un enfrentamiento entre soldados armenios y azerbaiyanos. El presidente de Azerbaiyán, Ilham Alyev, tomó la decisión de reforzar el bloqueo; incitando un final repentino para la república autoproclamada. Cabe recalcar que, a partir del 2024, Nagorno-Karabaj dejará de existir tras su derrota ante Azerbaiyán.
Rusia jugó un papel esencial durante este tiempo ya que fue el líder de las negociaciones del alto el fuego, aunque ha sido aliado de Armenia, sus lazos con Azerbaiyán han ido aumentando con más fuerza
Esta es una de las principales razones, entre otras, que Armenia ha manifestado su frustración por la escasez de voluntad de Rusia para proteger al país de las agresiones azerbaiyanas, dirigiéndolo a expandir sus aparatos de defensa. En este suceso, buscó a la CPI. La Corte “es un tribunal de última instancia para el enjuiciamiento de crímenes graves internacionales, como el genocidio, los crímenes de guerra y los delitos de lesa humanidad.” A pesar de que su tratado fue adoptado en 1998, la corte comenzó a funcionar en el 2003 y tomo la labor de los tribunales ad hoc fundados en los años 90’s para afrontar los crímenes atroces realizados en la antigua Yugoslavia y en Ruanda. Su misión es que el mundo reconozca la existencia de la justicia y la importancia de los derechos humanos.
El acontecimiento de que Armenia ha diversificado sus herramientas de protección originó dudas sobre la capacidad de Rusia de mantener a largo plazo su poder en la región. Las autoridades de Ereván han creído ciegamente en Rusia como la autoridad máxima de seguridad ya que bajo esa premisa se ha promocionado a través de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC),“una alianza militar de Estados postsoviéticos que incluye a Armenia pero no a Azerbaiyán.” No se sabe si el Gobierno armenio tiene planes de sacar a su país de la OTSC, pero al adherirse a la CPI implica un enorme acercamiento hacia el Occidente y permite que Vladimir Putin pueda ser detenido por crímenes de guerra en suelo armenio.
La geopolítica de los países vecinos de Armenia y Azerbaiyán toma un rol completamente sustancial en la situación. En cuanto a Turquía, siempre ha apoyado abiertamente a Bakú. Inclusive, el Gobierno de Ankara es un importante comprador de gas natural azerbaiyano. Por el otro lado, Rusia suministraba armas a los dos partes en conflicto, pero únicamente Armenia pagaba un precio preferente. De tal forma, Moscú conserva una base militar en la segunda ciudad más poblada de Armenia. Esto no detuvo a Armenia para querer convertirse en el 124º Estado Parte del Estatuto de Roma. El Kremlin advirtió que sería una iniciativa “extremadamente hostil” por parte de Armenia pero para evitar malos entendidos, el jefe de Gobierno aclaró que la decisión de formar parte de la CPI “no tiene nada que ver con las relaciones entre Armenia y Rusia, sino con los problemas de seguridad de Armenia” ya que su objetivo es “presentar ante el alto tribunal con sede en La Haya demandas contra Azerbaiyán, al que acusa de crímenes de guerra en la región de Nagorno-Karabaj.” Lo que queda claro es que Armenia está velando por su propia seguridad y es evidente que el Kremlin está muy ocupado en otros asuntos, provocando que los lazos históricos ente ambos gobiernos se debiliten.
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