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Migración: un movimiento sin fecha de caducidad

Gracias a un estudio realizado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se reveló que la frontera entre Estados Unidos y México es la ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo. De hecho, el 2022 fue el año con mayor mortalidad, registrando 686 personas migrantes fallecidas o desaparecidas a lo largo de la frontera.[1] El aspecto aterrador de la cifra mencionada es que el número representa casi la mitad de las 1,457 muertes y desapariciones de migrantes documentadas en las Américas el año pasado. La región de las Américas incorpora Sudamérica, Centroamérica, Norteamérica y también el Caribe. Las personas que transitan por estas zonas generalmente “son refugiados, solicitantes de asilo, migrantes económicos, visitantes de corta estancia y otras personas en movimiento. Los agentes impulsores de la migración y del desplazamiento tienen varias facetas e incluyen los desastres naturales, la violencia estructural, la pobreza y la desigualdad.”[2] Desde el 2014, la OIM empezó a monitorear las muertes y desapariciones de migrantes bajo el Proyecto Migrantes Desaparecidos (MMP). Este  proyecto es la resolución más importante del Centro de Análisis de Datos Mundiales sobre la Migración de la OIM (GMDAC), que funciona en el Instituto de Datos Mundiales de la OIM en Berlín.[3] Como consecuencia a esta iniciativa, la organización ha podido registrar y analizar los datos que hoy preocupan a las altas autoridades. Michele Klein Solomon, Directora Regional de la OIM para Norteamérica, Centroamérica y el Caribe afirma que “estas cifras con un crudo recordatorio de la necesidad de que los Estados accionen firmemente.” Sin embargo, hay ocasiones en donde los gobiernos no tienen los recursos ni las capacidades para tomar acciones para solucionar los temas migratorios y en vez de crear un  dialogo de cooperación para resolver los desafíos compartidos, se enfocan en señalar dedos.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha afirmado que aproximadamente 10,000 migrantes por día se dirigen a la frontera de Estados Unidos, culpando estos flujos migratorios a las sanciones económicas de Estados Unidos a países como Cuba y Venezuela. Así fue cómo mencionó que la última semana de septiembre de este último año, 6,000 migrantes, por día, cruzaron hacia México por Guatemala, viajando en una ruta a través de Centroamérica que incluye la región selvática del Tapón del Darién entre Panamá y Colombia. La región del Darién  es un terreno pantanoso y de bloques lluviosos que se extiende a lo largo de 100km de frontera entre Colombia y Panamá. Generalmente, las personas que acuden a estas rutas provienen de países de África, Asia, y el Caribe, con la esperanza de llegar al norte de México para alcanzar a los Estados Unidos.  AMLO no ha sido el único presidente en acusar a las sanciones del país norteamericano dirigidas a países como Venezuela y Cuba, cuyos ciudadanos constituyen un gran porcentaje del flujo migratorio. Algunos politólogos y expertos en el tema explican que la mala gestión económica y represión política son en su mayor parte responsables de la ola de migrantes que abandonan esos países. Estados Unidos sancionó al gobierno cubano y venezolano por cuestiones de supresión de la democracia. A lo cual AMLO denomina como ideologías. Es decir, el presidente mexicano expresó que las sanciones norteamericanas se deben a desentendimientos ideológicos y no para defender los derechos humanos, afirmando que los bloqueos contra estos países no se pueden mantener.

Se necesita urgentemente una sinergia de gobiernos, organizaciones internacionales, fundaciones sin fines de lucro y de asociaciones civiles para una migración benéfica para todos ya que como bien se sabe, la migración es un movimiento sin fecha de caducidad

Por otra parte, Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha sido criticado por no hacer suficiente para detener la corriente migratoria que pasa a través su país. La administración de AMLO tampoco ha hecho grandes esfuerzos para impedir que los migrantes se suben a los trenes de carga con rumbo a Estados Unidos. Sin embargo, en septiembre del 2023, la línea ferroviaria más grande de México reclamó y hasta detuvo a distintos trenes por cuestiones de seguridad. A su vez, AMLO ha criticado la ayuda estadounidense a Ucrania ya que reclamó que Estados Unidos debería gastar una aparte de ese dinero al avance económico de América Latina afirmando que “no existe ningún plan para el desarrollo de los pueblos de América Latina y el Caribe, y la ONU tampoco tiene un plan o promueve un plan para atender los grandes y graves problemas de los países del mundo.”[4] También, hizo un llamado a su vecino norteamericano a “eliminar los bloqueos y dejar de acosar a los países independientes y libres” y que debería de existir un “plan integrado de cooperación para que los venezolanos, cubanos, nicaragüenses y ecuatorianos, guatemaltecos y hondureños no se vean obligados a salirse de sus países.”[5] Aunque México ha condenado la invasión rusa en Ucrania, ha adoptado una política de neutralidad y se ha resistido en contribuir en las sanciones internacionales destinadas a Rusia. No obstante, el país continua comprando vacunas de COVID provenientes de Rusia y Cuba.

En México se incrementó el número de migrantes venezolanos que cruzan el territorio, provocado por su interés de llegar a Estados Unidos. Muchos de estos migrantes acusan el deterioro de las condiciones económicas y políticas de su país y lo atribuyen como el factor principal que los llevó a realizar la travesía. A pesar de que el presidente mexicano aseguró que no habrá deportaciones masivas ante la abundante llegada de migrantes, afirmó que su administración seguirá trabajando en ofrecerles protección a sus derechos humanos y seguridad. Sin embargo, la protección de la que habla no cubre los peligrosos cruces de los Desiertos de Sonora y Chihuahua. Cerca de la mitad de las 307 muertes en la frontera entre México y Estados Unidos en el 2022 estuvieron relacionadas con la travesía por los desiertos mencionados. Registros señalan que “al menos 212 personas fallecieron en el Desierto del Sahara en 2022, pero la naturaleza remota de esas áreas indica que probablemente los datos están incompletos.”[6] Con estos datos se sostiene que la ruta migratoria terrestre más mortal es la de México con Estados Unidos. No obstante, están presentes otras tendencias preocupantes que marcan el incremento de muertes a lo largo de rutas migratorias en el Caribe, con una cifra de 350 decesos registrados en el 2022, comparado con un numero de 245 en el 2021. Los nacionales de Republica Dominicana, Haití y Cuba representaron la suma superior de muertes de migrantes en la zona del Caribe.

La cuestión migratoria que hoy conocemos es un tema que requiere de diversos actores y esfuerzos conjuntos para poder llegar cerca de una solución, o mínimo, un mejoramiento de condiciones. Es decir, se necesita urgentemente una sinergia de gobiernos, organizaciones internacionales, fundaciones sin fines de lucro y de asociaciones civiles para una migración benéfica para todos ya que como bien se sabe, la migración es un movimiento sin fecha de caducidad.

Alide Flores


[1] https://www.iom.int/es/news/la-frontera-entre-estados-unidos-y-mexico-es-la-ruta-migratoria-terrestre-mas-peligrosa-del-mundo

[2] https://missingmigrants.iom.int/es/region/las-americas

[3] Ibd.

[4] https://vanguardia.com.mx/noticias/no-podemos-nosotros-resolverlo-todo-culpa-amlo-a-onu-y-eu-por-crisis-migratoria-YY9346625

[5] https://abcnews.go.com/International/wireStory/mexicos-president-10000-migrants-day-head-us-border-103668498

[6] https://www.iom.int/es/news/la-frontera-entre-estados-unidos-y-mexico-es-la-ruta-migratoria-terrestre-mas-peligrosa-del-mundo

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